hubo una noche en que todos éramos de hielo:
un silencio tan oportuno
que se dibujaban las venas
detras del aliento
detras de la lengua
en el paladar sencillo
de la palabra que se olvida
y venia en su caballo una rima
que nunca lograba salir;
sólo una advertencia
donde preguntaba el verbo
para perderse sin permisos
sin deliberados encuentros
ni desidias
pobre de mi lengua que se había vuelto hielo
con el corazón de hielo
con las manos de hielo
con el cuerpo de hielo
allí siniestro
mi sueño espera
donde se vuelve una seña
y otros dicen
"no es más que una espera
tu sueño"
ya... despierta!