Soy un siervo de este cuerpo
que no renucia a la muerte
el hierro; su acero
la angustia y su espada
la tinta del tiempo arañàndome
la piel
desnudo con el agua hasta las rodillas
la tristeza verde: lo que alguna vez fui
y las instantàneas torpes del silencio
con todas sus memorias:
¿quien soy, libertad?
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