8 de diciembre de 2007

Enrejado


Soy un siervo de este cuerpo

que no renucia a la muerte

el hierro; su acero

la angustia y su espada

la tinta del tiempo arañàndome

la piel

desnudo con el agua hasta las rodillas

la tristeza verde: lo que alguna vez fui

y las instantàneas torpes del silencio

con todas sus memorias:


¿quien soy, libertad?

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Wilkommen

Bienvenidos! Sentaos, presenciad el discurso del hombre, que no es enteramente hombre ni nunca lo ha sido. Vivenciad mi mirada del mundo y experimentad por un destello de tiempo mi silencio, mi palabra bastardeada, mi desden, mi tristeza, mi felicidad. Queredme, asi como estoy entre tantas otras cosas. Divertidme, enloqueced. Vertid vuestra pasion en mi sangre, mientras tanto yo os escribo.

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