
Qué silencio tan rojo
el que absorbe la sangre
y qué ilusión estorbo
abre las entrañas
sentados tan tristes
en el olvido o el mañana
mientras el ovoide terra
se muere de miedo
volar
volar por las lineas tan firmes
del gris encanto
del orden inmaculado
del orden marioneta
que desnudo se posa
y la realidad: la coda
de la partitura despierta
por que...
¿no llega aún la muerte?
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