uno nunca deja de desear lo que alguna vez tuvo
simplemente se acostumbra
a respirar profundo
y mirar hacia otro lado
empañando los ojos:
una lluvia de lágrimas
en la noche rota
en la noche triste
en la noche agua
dejando (a la posteridad) un silencio
y un rumbo macabro
en un jardín desconocido
donde antes había un camino
ahora sólo espera
y un rinoceronte nos carcome la lengua:
eso debe ser la locura...
se me ha caido la tinta
dejo una nota
y con ella...
... la tortura...
... la vida.
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